El protocolo de la UBA para la vuelta a clases: mayoría de aulas virtuales, pero algunas prácticas serán presenciales

La mayoría de los cursos se mantendrán de manera virtual y se reservarán las clases presenciales para las materias de alto componente práctico.

El protocolo de la UBA para la vuelta a clases: mayoría de aulas virtuales, pero algunas prácticas serán presenciales

La Universidad de Buenos Aires (UBA) se prepara para un regreso al ciclo lectivo mixto que combinará clases presenciales con virtuales de cara, por lo menos, al primer cuatrimestre de este año y a la espera de la evolución de la situación epidemiológica en la segunda mitad del año.

Según explicaron desde esa casa de estudios a minutouno.com la UBA cuenta con su propio protocolo de seguridad sanitaria que ya puso en práctica a fines del año pasado cuando se retomó algún grado de presencialidad en algunas de sus facultades.

En este primer cuatrimestre seguirán predominando las clases virtuales y se reservará la presencialidad para aquellas materias que contienen un fuerte componente práctico. Así, serán las facultades de Agronomía, Ciencias Exactas y Naturales, Veterinarias, Farmacia y Bioquímica, Medicina, Odontología e Ingeniería, las que verán en las próximas semanas un regreso acotado a la semipresencialidad o presencialidad de ciertos grupos de asignaturas, cuyo componente práctico dificultó o imposibilitó su virtualización durante el año pasado.

Asimismo, la mayoría de los llamados a exámenes finales inmediatos (turno de febrero y marzo) serán virtuales y la mayoría de las facultades seguirán la totalidad de sus asignaturas en esa modalidad.

Durante el verano se dictaron cursos de manera virtual y algunas de las prácticas presenciales ya están comenzando, mientras que las clases regulares arrancarán, en la mayoría de los casos, de manera virtual a mediados de marzo.

«En la medida que las condiciones epidemiológicas lo permitan, iremos ampliando la presencialidad con la aprobación de las autoridades sanitarias», indicaron desde la UBA.

Todas las facultades debieron elaborar un protocolo específico de seguridad e higiene en función de sus características específicas. De este modo, aquellas facultades que decidieron dictar el componente práctico de algunas de sus asignaturas de forma presencial, realizaron un relevamiento de las condiciones edilicias y dispusieron aforos por aula y en los ámbitos de práctica como laboratorios, talleres o invernáculos.

Asimismo, este grupo de facultades previó en sus respectivos protocolos la disposición y reposición periódicas de elementos de protección y limpieza recomendados por las autoridades sanitarias como por ejemplo jabón líquido para los baños, toallas de papel descartable, cestos y bolsas de residuos, alcohol en gel, solución alcohólica al 70%, bandejas sanitizante para desinfección de calzado en las puertas de ingreso y egreso y dispensers de alcohol en gel en el ingreso de los edificios, entre otras medidas.

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