Desde el 4 de enero al 28 de febrero, el Congreso debe tratar un amplio abanico de proyectos, algunos en Diputados y otros en el Senado.
El Congreso inicia este lunes el período de sesiones extraordinarias, que se prolongará hasta el 28 de febrero y abarcará un amplio repertorio que irá de la reforma judicial y la modificación del sistema de elección del Procurador a la deuda pública.
Los principales proyectos bajo la lupa de la Cámara de Diputados son la reforma de la Justicia Nacional y del Ministerio Público Fiscal para elegir al Procurador General de la Nación y las iniciativas para fomentar el crédito y la construcción.
Sin embargo, la agenda de sesiones extraordinarias tendrá un virtual receso durante la primera mitad de enero y retomará lentamente las actividades en ambas cámaras del Congreso hasta llegar a febrero, cuando se tratarán la mayoría de las iniciativas.
Uno de los proyectos centrales propuestos por el Gobierno es la reforma judicial, que tuvo media sanción del Senado el 27 de agosto pero que en Diputados no logró avanzar ya que todavía no consiguió enhebrar acuerdos con los bloques opositores.
El bloque del Frente de Todos en Diputados -encabezado por Máximo Kirchner- cuenta con 119 bancas, pero de rigor son 117 votos, ya que el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, no vota y José de Mendiguren se encuentra de licencia, lo que obliga al partido a buscar acuerdos con los bloques opositores provinciales para lograr la mayoría.
El interbloque de Juntos por el Cambio, dirigido por Mario Negri, cuenta con 115 diputados y se opuso a la mayoría de los proyectos claves para el Gobierno.
Por ese motivo el Frente de Todos todavía no consiguió avanzar en la reforma judicial que busca el fortalecimiento de la Justicia Penal Federal con la unificación de los fueros Criminal y Correccional Federal y Nacional en lo Penal Económico bajo la denominación de fuero Penal Federal con asiento en la Ciudad de Buenos Aires.
Córdoba Federal, que viene respaldando los proyectos del Frente de Todos, está en contra de la iniciativa, lo que complica el desenlace esperado por el oficialismo, por ser esos cuatro votos claves para conseguir los 129 necesarios para aprobar la iniciativa.
Fuentes del oficialismo señalaron que buscan los acuerdos para poder avanzar con la sanción del proyecto, ya que no quieren abrir el debate y luego tener que frenar la emisión del dictamen y su tratamiento en el recinto por la falta de votos.
Otro tema clave es la modificación de la ley del Ministerio Público para poder acotar el mandato del Procurador y las mayorías para su aprobación (por mayoría absoluta en lugar de los dos tercios que requiere en la actualidad).
Otro punto esencial es la modalidad en la que se desarrollará la tarea en el Congreso Nacional, ya que mientras el Senado lo hará con el sistema virtual, en la Cámara de Diputados está pendiente acordar un nuevo protocolo de funcionamiento.
Allí, la fuerte paridad de fuerzas entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio obliga a permanentes negociaciones sobre el sistema para sesionar mientras perdure la pandemia por el coronavirus.
La cantidad de diputados, a diferencia de la de senadores, pone en riesgo la necesaria distancia social en las comisiones y el recinto de sesiones.
También se debe aprobar en Diputados el proyecto sancionado por el Senado que establece que las negociaciones en materia de deuda pública con cualquier tipo de financiación internacional, incluidos los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), deben contar con aval parlamentario.
Otros proyectos que debe tratar diputados están referidos a la promoción de los créditos hipotecarios para adquirir vivienda única y de beneficios tributarios para fomentar la obra pública, que es una de las grande generadoras de empleo en todo el país.