La diva cumplió estrictamente con el aislamiento para cuidar su salud y le cedió su lugar a Juana Viale, su nieta.
Mirtha Legrand ¿con ganas de volver a sus programas?
Mirtha Legrand se aisló en su departamento de la Avenida del Libertador días antes de que Alberto Fernández decretara la cuarentena social, preventiva y obligatoria por el coronavirus. Su lugar en los dos programas de eltrece fue ocupado por Juana Viale, su nieta, que ya lo había hecho en otras oportunidades. La diva se cuidó a rajatabla y solo se asomaba al balcón para ver los autos y a las personas, pero siempre muy de lejos. Ahora, después de 200 días, salió a la calle y vivió una situación insólita.
La diva tuvo que ir al oculista y al odontólogo, y tomó todas las medidas de prevención necesarias para no contagiarse de coronavirus, como le pasó a su nieto Nacho Viale. Se llevó su alcohol en gel, se puso un barbijo y cuando llegó al consultorio los transeúntes se quedaron mirándola. ¡Dudaron sobre si era ella o no!
“Cuando bajé del auto la gente me miraba. Con el tapabocas puesto dudaban de si era yo o no, pero era solo por un instante; enseguida reaccionaban y me reconocían. Mis ojos son identificables, es lo que más conoce el público de mí. Tantos años viéndolos, no hay barbijo que pueda con ellos”, expresó en diálogo con Teleshow.
También se refirió a la “aventura” de volver a respirar aire fresco: “Fue una sensación muy rara salir de casa después de tantos meses. Mientras iba en el auto me llamó la atención la cantidad de gente con barbijo: el uso es total, también en los jóvenes”.
Los seres queridos y médicos de Chiquita se comprometieron mucho con el cuidado de su salud. Una prueba de ello es lo que ocurrió el día que murió Goldy, su hermana gemela. Aunque ella tenía ganas de ir a despedirla, su doctor de cabecera se lo prohibió. Marcela Tinayre, su hija, no dudó en instalarse con ella en el departamento, para hacerle compañía en ese momento tan doloroso y sin consuelo.
Por ahora, no hay novedades de cuándo regresará a la TV. Aunque había rumores de que volvería solo a Almorzando -los domingos-, aún no hubo palabra oficial. Su lugar está siendo bien cuidado por su nieta, que está contenta con la misión que le otorgaron.
“Yo te agradezco, querida, ha sido un esfuerzo tuyo enorme porque no es fácil hacer este programa. No es fácil. Has tenido una evolución que me sorprendió. Yo te voy a contar una cosa, muchas veces lloro, lloro de felicidad cuando te veo. Y lloro por orgullo también, pienso: ‘Dios mío, esta chica a la que yo iba a buscar para ir a la plaza’”, se la escuchó a decir a Legrand en una de sus últimas conversaciones telefónicas que mantuvo al aire con Juana al aire.